En el 2009, fuimos donados una pequeña quinta, o una propiedad con arboles frutales en zona rural. La FHCR ha estado desarrollando esta finca mientras aprendemos poco a poco lo que hacemos con esta. La FInca ha sido un maravilloso lugar de retiro y sitio seguro para que Nela y Jonathan vivan, dos de nuestros ex ninos de la calle. Mientras aprendían a manejar una finca, esta pareja se volvió más y más saludable y seguros de sí mismos y ahora viven una vida considerablemente estable y normal. Ellos auspiciaron varios grupos de la Carpio para que ellos también pudieran disfrutar de días en el campo para nadar en el río, explorar la zona, cocinar en las afueras y en general compartir sus felicidades y dificultades. Voluntarios visitando la finca ayudan también participan ayudando crear infraestructura, plantar y cuido de animales. Nuestra niña patrocinada, Keyla, quien es la hija de Nela, disfruta pasar fines de semana en este dulce lugar donde también aprende sobre la naturaleza. Ambos ahora viven juntos mientras Nela toma su próximo paso hacia la independencia en la zona Norte de San Carlos.

En el 2015 una nueva visión de lo que Finca podría llegar a ser empezó con la asistencia de María y Francisco. Con la demanda constantemente incrementando de crear una interacción más sostenible entre humanos y el mundo, la FHCR está trabajando hacia la creación de una finca permacultura completamente carbono neutral sostenible, la cual se usará como ejemplo para visitantes.